Los chicos hoy estaban algo cansados después de las clases en Trinity y nuestra actividad fue visitar el museo de Collins Barrack, el cual les encantó ver, sobre todo la parte de la Primera Guerra Mundial. Después de ver el museo fuimos pronto a la residencia ya que necesitábamos coger fuerzas para después tener una noche de disco de verdad, en la que se pintaron las caras con pintura fluorescente. ¡Lo pasaron genial!