No hace mucho que posamos los pies por primera vez en Shrewsbury, pero comienzan las primeras despedidas entre el alumnado, que más que recién conocidos parecen amigos de toda la vida. ¡Los chicos deben decir adiós a sus compañeros italianos! Por eso han aprovechado la tarde al máximo después de las clases, con tan buena suerte que al final el sol ha podido más que esta lluvia tan típica en Inglaterra. Hemos podido disfrutar de unas cuantas horas sin paraguas descubriendo algunos de los rincones más bonitos de esta ciudad que a todos nos está encantando.