El sábado fuimos de excursión a Brighton.
Brighton está a una hora aproximadamente de Londres y se la conoce como «London by the sea» (curioso, verdad?). Es una ciudad con mucho estilo, ambiente playero y una elegante arquitectura.
Estuvimos en el Sealife Centre, el acuario más antiguo del mundo, con unas 3,500 criaturas marinas diferentes. Alucinamos con los caballitos de mar, tortugas, rayas y sobre todo, con los tiburones y las pirañas. Disfrutamos un montón y aprendimos muchas cosas interesantes.
Después estuvimos dando un precioso paseo por los «Brighton Lanes», una famosa red de estrechas calles comerciales, repletas de tiendas de antigüedades, artículos y ropa «vintage», joyas, cafeterías, etc.
Nos llamó mucho la atención el famoso Brighton Pier, quizá uno de los puntos más turísticos. Se abrió al público en 1899 y se trata de una construcción que se adentra hacia el mar desde el paseo marítimo, espectacular por cierto! Allí estuvimos un buen rato viendo las atracciones, los puestos ambulantes, chiringuitos y cómo no, haciendo muchas fotos de las increíbles vistas al mar.
Hubo momentos para el descanso en varios de los numerosos parques con los que cuenta la ciudad. Aprovechamos para comer y beber algo, tomar un helado, estirar las piernas y reponer energías.
También vimos el Royal Pavillion, considerado como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Es un palacio de arquitectura hindú realmente extraordinario, construido entre 1787 y 1823 para el Príncipe Regente, más tarde Rey Jorge IV. Este opulento Palacio se convirtió en hospital para los soldados hindúes que lucharon en la Segunda Guerra Mundial.
El buen tiempo nos acompañó durante toda la jornada. Dicen que Brighton no defrauda durante el verano y resulta ser una «excepción», con un clima más cálido que en el resto del país. Nos hemos llevado muy buena impresión de esta ciudad, tiene mucha vida y una amplia oferta cultural y de ocio. Sin lugar a dudas, volveremos otra vez!!