Ya estamos en el ecuador de nuestra estancia aquí en Estado Unidos. El sol ha brillado todo el día y, cómo no, las ganas de playa tras las clases matutinas eran enormes. Así que tras la comida en la cantina, hemos vuelto a subir al autobús número 2 para dirigirnos a uno de los lugares más paradisíacos de Miami, Key Biscayne. Arena blanca y aguas de temperatura templada aunque con corrientes. Hemos pasado toda la tarde bañándonos, jugando o paseando hacia el faro que vigila las aguas que rodean este sitio.
Una tarde en la que nos lo hemos pasado genial!