No todos los campamentos de inglés son iguales y es por ello que antes de decidirnos por uno u otro debemos estudiar con detenimiento toda la información y tener en cuenta algunos factores que son importantes.
Nuestras recomendaciones para elegir un campamento de verano en inglés son varias:
DURACIÓN DEL CAMPAMENTO
Los niños que participan en este tipo de programas necesitan un período de adaptación al lugar, sus nuevos compañeros, su nueva cama, la dinámica de clases y actividades, etc. Para muchos es la primera vez que se encuentran fuera de casa y esta circunstancia contribuye a que las primeras horas puedan resultarles algo complicadas. Es por ello que lo más recomendable es una duración de al menos 15 días para que se pueda aprovechar la estancia y se consiga el objetivo de mismo. Duraciones menores a veces hacen que el niño tenga que volver a casa justo cuando comenzaba a disfrutar, aprender y relacionarse plenamente con alumnos y profesores.
EDAD DE LOS PARTICIPANTES
El campamento debe adaptarse a la edad del niño. Aunque el campamento acepte niños entre 6 y 16 años, es interesante que tanto en el alojamiento como en las clases se agrupen a los niños por edad para agilizar su integración y facilitar el aprendizaje.
INSTALACIONES DEL CAMPAMENTO
El campamento debe disponer de las instalaciones adecuadas para el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre. Debe contar con un espacio independiente destinado al alojamiento, aulas equipadas, varias salas para actividades recreativas, comedor, amplias zonas verdes y todo los medios y material necesarios durante la estancia.
PRUEBA DE INGLÉS PREVIA
Hay que asegurarse que en el campamento se lleva a cabo una prueba de nivel el primer día con el fin de organizar los grupos según su dominio del idioma. De esta forma se garantiza que el niño pueda seguir el transcurso de la clase con normalidad y sea consciente de los avances conseguidos con el paso de los días.
SEGURIDAD
Al tratarse de niños pequeños, una de las máximas del campamento debe ser la seguridad y la supervisión. Detalles como el número de niños asignados a cada monitor, cobertura sanitaria y otros seguros incluidos, personal responsable de la supervisión, medios de contacto en caso de emergencia, etc. resultan de vital importancia para pasar un verano sin sorpresas de última hora.
MONITORES NATIVOS O BILINGÜES
En un campamento de estas características los monitores deben tener un completo dominio de la lengua inglesa bien por ser nativos o por acreditar un nivel bilingüe de la misma. Además de todo esto, resulta esencial que sepan trabajar con niños, que fomenten su participación en cada actividad y se comuniquen activamente con ellos en inglés. Los monitores se convierten muchas veces en el “motor” del campamento y el éxito depende en gran medida de su capacidad para hacer que los niños disfruten, aprendan y se integren lo antes posible en la dinámica del programa.
PROGRAMA DE CLASES Y ACTIVIDADES
En el programa del campamento se debe concretar el número de clases semanales incluidas y el tipo de actividades que se van a desarrollar. Un factor determinante es que las clases se impartan por profesores que dispongan de la formación y la experiencia necesaria para desempeñar su tarea como deben. Las clases deben ser dinámicas, lúdicas y participativas para poder adaptarse a la edad de los alumnos y sin olvidar el nivel de inglés de cada grupo. Las actividades deben ser variadas y divertidas, incluyendo deportes, talleres, juegos, multiaventura y excursiones.
ORGANIZACIÓN RESPONSABLE DEL CAMPAMENTO
Saber quién está detrás de la organización del programa puede decirnos mucho. Factores como las años de experiencia, reputación en el sector, acreditaciones, referencias de antiguos participantes, presencia en Internet, redes sociales y medios de comunicación, calidad de la información facilitada y trato dispensado, etc., pueden ayudarnos a conocer mejor con quién dejamos nuestros hijos durante el verano.