Julio 2023
Otro día exploramos Grand Central Station, Chinatown y Little Italy. Fue interesante ver estos barrios históricos y probar la comida típica. Grand Central Station es una maravilla arquitectónica que nos impresionó con su belleza y tamaño. Chinatown y Little Italy son barrios únicos que ofrecen una perspectiva diferente de la ciudad con sus culturas distintivas.
Planeamos visitar el museo metropolitano, pero problemas logísticos con el transporte nos llevaron a aplazar la visita al museo para más adelante. Sin embargo, disfrutamos del parque y nos relajamos en sus alrededores. Central Park es un oasis en medio del ajetreo urbano, con amplias áreas verdes donde se puede disfrutar de la naturaleza.
Al día siguiente fuimos al zoológico del Bronx para ver animales exóticos y aprender sobre ellos. Fue una experiencia emocionante para todos nosotros. Vimos animales de todo el mundo, desde tigres hasta jirafas , y aprendimos sobre sus hábitats y comportamientos. El zoológico es un lugar maravilloso para aprender sobre la naturaleza y la conservación.
A la tarde siguiente fuimos al High Line, un parque elevado construido sobre una antigua línea ferroviaria. Disfrutamos del paisaje urbano desde una perspectiva única mientras caminábamos por el parque. El High Line es un ejemplo impresionante de cómo se puede transformar un espacio urbano en un espacio verde en medio de la ciudad.
Finalmente, visitamos la Torre Trump para ver este famoso edificio en persona. Fue interesante ver este icónico rascacielos en el corazón de Manhattan. La Torre Trump es un ejemplo impresionante de arquitectura moderna y es un punto de referencia en la ciudad.
Así concluimos nuestras segundas y terceras semanas en Nueva York, llenas de aventuras y descubrimientos emocionantes. Gracias por seguirnos en esta travesía. Nos vemos pronto en el aeropuerto con más historias de nuestra experiencia en Nueva York.
En nuestra segunda semana continuamos con una visita a Roosevelt Island, una isla en el East River, entre Manhattan y Queens. Las vistas de la ciudad desde allí fueron impresionantes, y pasear por el parque fue muy bonito. Disfrutamos de la naturaleza en medio del ajetreo urbano y nos tomamos un tiempo para relajarnos y disfrutar del paisaje. Luego, exploramos el Upper West Side de Manhattan, donde vimos edificios históricos y tiendas exclusivas. Este barrio elegante y tranquilo nos ofreció una perspectiva diferente de la ciudad, con sus calles arboladas y su ambiente relajado.
Al día siguiente, cruzamos el Puente de Brooklyn y caminamos por el Brooklyn Promenade, con vistas impresionantes del skyline de Manhattan. Fue una experiencia inolvidable, con la vibrante energía de la ciudad a nuestro alrededor. El puente es un icono de Nueva York y caminar sobre él nos hizo sentir como parte de la historia de la ciudad.
Continuando con nuestras aventuras, subimos al Empire State Building para ver la ciudad desde arriba. Las vistas panorámicas desde allí fueron impresionantes y pudimos ver toda la extensión de la ciudad. Luego, visitamos Hudson Yards y The Vessel, una estructura impresionante en forma de panal. Esta moderna atracción nos ofreció una perspectiva única de la arquitectura y el diseño de la ciudad.
El siguiente día, visitamos Ellis Island y la Estatua de la Libertad. Fue emocionante ver estos símbolos de libertad e inmigración. Aprendimos sobre la historia de Estados Unidos y la importancia de estos lugares para el país y su gente.
El lunes fue un día lleno de exploración cultural. Subimos al Top of the Rock en el Rockefeller Center para ver la ciudad desde arriba. Las vistas desde allí fueron impresionantes y pudimos ver muchos de los edificios icónicos de Nueva York. Después, visitamos la Catedral de San Patricio, una impresionante iglesia en el corazón de Manhattan. Finalmente, paseamos por la Quinta Avenida, una calle famosa por sus tiendas exclusivas y su ambiente vibrante.
Nuestro apetito nos llevó a Union Square y al Chelsea Market, donde encontramos recuerdos especiales. Este mercado cubierto tiene una gran variedad de tiendas y restaurantes que ofrecen deliciosas opciones culinarias. Disfrutamos probando diferentes platos y comprando recuerdos para llevar a casa.
No podíamos dejar de vivir la magia de Broadway y Times Square. Los teatros, la música y el bullicio nos hicieron sentir como parte de la cultura neoyorquina. Esta zona es famosa por sus espectáculos y su ambiente vibrante, y fue emocionante ser parte de ella.
¡Hola familias! Os vamos a contar cómo ha sido nuestra primera semana en Nueva York, una ciudad que nos ha cautivado.
La primera semana ha sido de adaptación y de emoción. Llegamos el domingo por la tarde a la residencia en el Wagner College, donde nos alojamos en el edificio Harbourview. Nos recibieron los monitores locales y nos asignaron las habitaciones. Estábamos cansados del viaje, pero también muy ilusionados por empezar la aventura.
El lunes fue nuestro primer día de actividades. Empezamos con un desayuno en la residencia y una prueba de nivel de inglés para asignarnos a los grupos de clase. Luego repasamos las normas y nos aclimatamos al lugar. El campus es muy bonito y tiene unas vistas espectaculares de la ciudad. Por la tarde fuimos al Museo de Historia Natural, donde vimos exposiciones increíbles de animales, fósiles, minerales y culturas. Nos impresionó todo lo que había y lo que aprendimos. Vimos desde dinosaurios hasta momias, pasando por meteoritos y gemas. Después paseamos por Central Park, el pulmón verde de la ciudad. Nos sorprendió lo grande que es y la variedad de actividades que se pueden hacer. Hicimos fotos y disfrutamos del ambiente. Vimos gente haciendo deporte, paseando perros, tocando música o montando en bici. Cenamos en Manhattan en Shake Shack, una cadena de hamburguesas famosa que nos gustó mucho. Fue una cena deliciosa y divertida. Probamos diferentes tipos de hamburguesas, patatas fritas y bebidas. Estaba todo muy rico. Regresamos a la residencia y nos dieron el almuerzo para el día siguiente, el 4 de Julio, el día de la Independencia. Nos fuimos a dormir con mucha ilusión.
El lunes fue un día especial, porque vivimos la fiesta nacional más importante del país. Comimos en el centro comercial de Staten Island, donde compramos algunas cosas y vimos las ofertas. Había mucha gente y mucha alegría en las calles. Por la tarde vimos un partido de béisbol entre Staten Island y Counterclocks. Apoyamos al equipo local, los Ferry Hawks, pero perdieron 6-1. Aún así, nos divertimos mucho viendo el juego y animando. El béisbol es un deporte muy popular aquí y tiene sus propias reglas y tradiciones. Cenamos en el partido de béisbol y vimos los fuegos artificiales que se lanzaron desde el estadio. Fue un espectáculo precioso y emocionante, que nos hizo sentir parte de la celebración. Los fuegos artificiales son una tradición del 4 de Julio y se lanzan en diferentes puntos de la ciudad.
El martes hicimos los grupos de las clases de inglés según los resultados del examen. Empezamos las clases con los profesores nativos y estuvimos muy atentos e interesados. Las clases son muy dinámicas y prácticas, y se adaptan al nivel y las necesidades de cada grupo. Tras comer en la residencia, hicimos una excursión al 11S Memorial Museum, donde recordamos el trágico atentado que sufrió la ciudad en 2001. Fue una visita conmovedora y respetuosa, que nos hizo reflexionar sobre la paz y la tolerancia. Vimos los restos de las Torres Gemelas, los nombres de las víctimas y las historias de los supervivientes. También vimos el toro de oro que representa Wall Street, el centro financiero de la ciudad; la Trinity Church, una iglesia anglicana histórica; y Battery Park, un parque desde donde se ve la Estatua de la Libertad. Cenamos en un restaurante mexicano en el centro de Nueva York, donde probamos platos típicos como tacos, burritos o nachos. Fue una cena sabrosa y divertida.
Así acabamos nuestra primera semana en Nueva York. Ha sido una experiencia inolvidable que nos ha hecho descubrir una ciudad llena de vida y cultura.